miércoles, 20 de abril de 2011

La Pascua

Aquí les dejo un articulo muy interesante sobre la Pascua, de Salvador de Pedro Buen Día donde también hace referencia a mi libro La Magia de las Pysanky

La celebración de la Pascua: Los Pysanky, huevos decorados ucranianos
“La historia es una filosofía en ejemplos”.- Dionisio de Halicarnaso (60 AC-10) Historiador griego. 

La pascua (←páscae(latín)←πάσχα(griego)← פסח [pésaj](hebreo), 'paso' es un vocablo religioso para designar a la máxima celebración de las religiones judía y cristiana.
El Domingo de Pascua tiene fecha variable, ya que no depende del calendario gregoriano (exclusivamente solar) sino del antiguo calendario solar/lunar. Por convención, este domingo es siempre el siguiente a la primera luna llena posterior al equinoccio (y cae siempre entre el 22 de marzo y el 25 de abril).
El término en inglés, Easter, proviene del nombre de la diosa anglosajona de la primavera llamada Oaster o Easter.

La pascua en culturas antiguas
Desde varios milenios antes de nuestra era, en las culturas mediterráneas, al principio de la primavera (en esta época de marzo) se hacía una fiesta de varios días (hasta una semana) de duración en la primera luna llena de la primavera, por el «paso» del invierno a la primavera.
El huevo de pascua
Diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos) han considerado el huevo como símbolo universal de la vida, relacionado con esta época de renacimiento primaveral.
El huevo de pascua participa en los ritos del Séder judío, que simboliza el duro corazón del faraón que no dejaba salir al pueblo hebreo. Posteriormente, los cristianos tomaron la idea del huevo como representante de la resurrección de Cristo.
Danzas laberínticas
En las fiestas del «paso» del invierno a la primavera se comía pan sin levadura (como harían posteriormente los judíos) y se realizaban danzas «laberínticas» (con pautas complicadas). Esos patrones se han registrado también en lugares tan separados como Gales (cultura celta) y el nordeste de Rusia.
Según el historiador y novelista Robert Graves, en Los mitos griegos (1955), el laberinto del Minotauro, en Cnosos, no era un verdadero laberinto con paredes, sino que era un dibujo en mosaico sobre un pavimento como un patrón de la danza ritual cretense.
Esta danza se bailaba en Italia (según el historiador Plinio el Viejo) y en Troya y parece haber sido introducida en Britania hacia fines del tercer milenio antes de nuestra era por inmigrantes neolíticos provenientes del norte de África.



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Los misterios eleusinos
Los misterios de Eleusis, fundados en fecha muy temprana —sin duda antes de redactarse los poemas homéricos— fueron durante más de un milenio el símbolo espiritual de la cultura griega. Se sabe que la iniciación era en la Pascua (aunque otros autores dicen que era en la primera luna llena del equinoccio de otoño, en septiembre).
Se realizaba la ceremonia del pan (dedicado a Ceres, la diosa de los cereales) y del vino. Debido a los efectos que producía el pan kykeón, actualmente se piensa que estaba contaminado con algún agente alucinógeno visionario, por ejemplo con cornezuelo de cebada, que hoy sigue creciendo en la llanura rariana (donde está asentada Eleusis, a 30 km al noroeste de Atenas), donde se celebraban los ritos eleusinos.
El de la cebada es un cornezuelo mucho menos tóxico que el de otras regiones europeas, aunque muy psicoactivo; para obtener sus efectos basta pasar por agua las gavillas de cereal y luego tirarlas, pues —al revés que los componentes venenosos— la amida del ácido lisérgico es hidrosoluble.
Considerando que esa agua fue el vehículo utilizado por los administradores del santuario es fácil comprender —sin recurrir a la simple credulidad de los fieles— el hondo e infalible efecto del sacramento teofágico (del griego zeós: ‘dios’ y fagós: ‘comer’).
Entre las personas que participaron en este ritual se encontraban algunos con la capacidad intelectual de Sófocles, Píndaro, Platón, Aristóteles, Marco Aurelio. Cicerón dice (en De leg., 2):
Los Misterios nos dieron la vida, el alimento; enseñaron a las sociedades la costumbre y la ley, enseñaron a los humanos a vivir como humanos.
Se sabe que en el siglo II de nuestra era todavía acudían unas 3000 personas a las «fiestas del Paso».
La religión eleusina —basada en este solo acto anual de gran intensidad, orientado a producir una experiencia extática de muerte y resurrección— fue probablemente una ingeniosa adaptación de viejos ritos chamánicos protoeuropeos a la nueva cultura que Grecia empezaba a ser.
La misma adaptación quedó registrada en toda la cuenca mediterránea. Más o menos por la misma época (o posterior) se conocen misterios del pan y danzas de pascua dedicados al dios Sabacio (en Samotracia) y otros dedicados a Dioniso (el dios griego del vino), Baco (el dios latino equivalente a Dionisos), Mitra (en Persia) y Attis.
La Pascua judía
Los judíos celebran la Pascua (pésaj), para conmemorar su escape del cautiverio de manos de los egipcios (aproximadamente en el 1250 a. C.).
El pésaj judío se origina en la historia contada en la Biblia, en la que Dios mató a todos los primogénitos de los egipcios. Esta era la última de las plagas enviadas por Dios en contra del faraón de Egipto y su pueblo por su negativa de liberar a los hijos de Israel. Dios ordenó a Moisés, líder de los hebreos, lo siguiente:
Escogerán un corderito [...], tomarán su sangre para untar los postes y la parte superior de sus puertas. Lo comerán todo asado, con su cabeza y sus entrañas, con panes sin levadura. [...] Yo recorreré Egipto y daré muerte a todos los primogénitos de los egipcios y de sus animales. [...] Al ver la sangre del cordero pasaré de largo de vuestras casas.(Éxodo 12.5-14)
Los sabios judíos se acogen fielmente a lo exigido por la Torá. El pan sin levadura (matzá) recuerda la salida apresurada en que faltó tiempo para hacer fermentar el pan (18 minutos). Esto debe cumplirse durante los 7 días anteriores a la Pascua.
El paso del mar Rojo
La pascua se relaciona también con el «paso» del Mar Rojo, que según la Biblia sucedió inmediatamente después de la salida de los esclavos judíos de Egipto:
Seiscientos mil hombres a pie, sin contar los niños. También salió con ellos una inmensa muchedumbre de gente de toda clase, y grandes rebaños de ovejas y vacas.(Éxodo 14.5-30)
Luego de esto se debe celebrar la fiesta de los primeros frutos de la cosecha, en este caso de la cebada y cincuenta días más tarde (7 semanas) del trigo, dando origen a Shavuot (‘semanas’).
La Pascua cristiana
Origen y significado
La fecha de celebración varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril, ya que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera del hemisferio norte. Existe una fórmula que permite el cálculo de la fecha de Pascua, un cómputo realizado originalmente por la Iglesia alejandrina y que posteriormente fue adoptado por toda Europa. Sin embargo, debido a que siglos después surgió la diferencia de calendarios usados por la Iglesia católica (calendario gregoriano) y las iglesias orientales (calendario juliano), la fecha de Pascua varía para cada Iglesia, y solo en algunas ocasiones logran coincidir, tal y como se aprecia en la tabla.
Los primeros cristianos —que eran judíos— celebraban la Pascua de Resurrección a la par cronológica que la Pascua judía. Pero desde el Primer Concilio de Nicea (en el 325) los cristianos separaron la celebración de la Pascua judía de la cristiana, quitándole los elementos hebreos. Pero dejaron el carácter móvil de la fiesta recordando que Cristo resucitó en la Pascua hebrea. Hoy día la Iglesia católica mantiene el carácter móvil de la fecha de Pascua.
Esta fiesta determina el calendario móvil de otras fiestas: así la Ascensión (el ascenso de Jesús al cielo) se celebra 40 días después de Pascua, y Pentecostés 10 días después de la Ascensión. La semana anterior a la Pascua de Resurrección es la Semana Santa, que comienza con el Domingo de Ramos (que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén). La Octava de Pascua (popularmente conocida como «semana de Pascua») es la semana que sucede a este Domingo de Pascua (o Domingo de Resurrección). El tiempo pascual o tiempo de Pascua designa, en la liturgia católica, las semanas que van desde el Domingo de Resurrección hasta el de Pentecostés.
A veces, el nombre Pascua se ha extendido a otras celebraciones cristianas, como Navidad (el nacimiento de Jesús) o Pentecostés (la venida del Espíritu Santo). Por ejemplo en Chile, el término Pascua se aplica coloquialmente a la Navidad, mientras que a la Pascua se le llama «Pascua de Resurrección».
La liturgia católica tradicional considera cuatro días del año como Pascua:
  • la de Navidad (25 de diciembre),
  • la Epifanía o Adoración de los Magos (6 de enero),
  • la Pascua de Resurrección, también llamada Pascua Florida (la más importante de las cuatro, y la única actualmente denominada con este nombre «pascua») y
  • la Pascua de Pentecostés.
Desde el Domingo de Pascua, la iglesia católica celebra 50 días (7 semanas) hasta el domingo de Pentecostés, que conmemora el descenso del Espíritu Santo en los apóstoles de Jesús.1
Diferencias de fecha
Las iglesias ortodoxas utilizan un calendario diferente al de la Iglesia católica romana y las iglesias evangélicas, razón por la cual la celebración es en una fecha distinta que nunca antecede la pascua judía.
La celebración usualmente es acompañada de oraciones en las iglesias y cenas tradicionales con cordero, pero en algunas partes del mundo ortodoxo, a veces se celebra con fuegos artificiales e incluso disparos al aire.
Para la cristiandad -y los ortodoxos lo son- , el domingo de Pascua es una fiesta de júbilo. Y al tradicional cordero en la mesa -símbolo de pureza- se ha unido otro símbolo: el huevo de Pascua.
Éste constituye el signo la resurrección, porque el huevo de Pascua ha tenido siempre una venerable historia, desde aquellos primeros cristianos que le consideraron como símbolo de la Resurrección de Jesús. En la Edad Media, cuando llegaba la Pascua los huevos se pintaban y tan colorinescos objetos eran los presentes más preciados durante esos días, hasta el punto de que en el siglo XVII, el
Papa Pablo V bendijo al humilde huevo en una plegaria, quizás para olvidar la prohibición decretada por la Iglesia en el siglo IX, de no consumirlos durante toda la cuaresma.
La llegada de la Pascua suponía el levantamiento de la norma y el fervor por los huevos se desataba, tanto en la cocina como en los regalos entre familiares, amigos y sirvientes. Suponía desquitarse de la penitencia impuesta durante cuarenta y seis días. Era el festín del huevo porque éste representaba el regocijo y la vuelta a la alegría. Como la conservación de los huevos durante la cuaresma era problemática -no había frigoríficos-, lo habitual era bañarlos en cera líquida. Así, la fina capa protectora que los cubría permitía mantenerlos más frescos. De ahí vino la costumbre de colorearlos y decorarlos con ceras.
Con el tiempo, la Iglesia levantó el veto al huevo, pero eso no impidió la costumbre de celebrar la Pascua consumiéndolos y regalándolos. Costumbre que ha perdurado hasta hoy, y con mayor auge en los países del Este y en Centroeuropa.
En los de habla inglesa, al Domingo de Pascua se le llama 'Easter Sunday', porque según la tradición teutónica, Eastre era la diosa de la primavera (la Pascua casi siempre cae muy próxima), y en su homenaje se celebraba un festival pagano. Del nombre Eastre derivó Easter.
La costumbre de esconder huevos pintados en el campo o en los jardines de las casas, para la alegría y regocijo de los niños que los encuentran, se sigue manteniendo en muchos países, entre ellos Estados Unidos. Curiosamente en los jardines de la Casa Blanca el día de Pascua se desarrolla una singular carrera de chicos que hacen rodar los huevos. Gana quien llegue más lejos y sin romperlos. En Grecia todavía se siguen intercambiando huevos carmesí, para recordar la sangre de Cristo. Los armenios los vacían y los decoran con imágenes de Cristo y de la Virgen. Y en Polonía y Ucrania por Pascua, hacen verdaderas obras de arte con cera hundida sobre su cáscara.
El día del nacimiento de Alejandro Severo, quien sucedió a Heliogábalo en la antigua Roma, una gallina puso un huevo de color rojo. La madre consideró esto como un vaticinio que su hijo vestiría la púrpura. Desde entonces fue considerado prenda de buena fortuna los huevos teñidos.
En la Edad Media, el papa Julio III prohibió consumir huevos durante la Cuaresma. El domingo de Pascua se levantab la veda y con gran alegría de todos, en especial de los niños salían al campo para recogerlos, entonado cantos de aleluya. Esta costumbre se mantiene aún vigente en muchos países.
Hay huevos famosos, unos por su gran tamaño, otros por su originalidad. Como el que le obsequió Luis XV a Madame Du Barry que estaba completamente recubierto de oro. Un caballero de la corte exclamó: "¡Si lo comes pasado por agua, yo guardaré la cáscara!". El rey también obsequiaba entre sus cortesanos huevos pintados o grabados. Watteau, Lancret y Boucher llegaron a realizar en ellos verdaderas obras de arte. En el museo Lambinet, en Versailles, se encuentran dos huevos que se consideran una maravilla y que fueron regalados el día de Pascua a Madame Victoria, tía de Luis XVI.
Todo comienza en Semana Santa y culmina con el Domingo de Pascua, que se presenta como una de las más importantes fiestas religiosas. Más allá de los días no laborables, los kilos de chocolates que se comen, los conejos y las roscas típicas, la Pascua tiene una historia digna de ser contada.
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, una de las conmemoraciones más importantes para la cristianidad. Muchos fieles van a misa con ramos de olivo -símbolo del recibimiento de Cristo en Jerusalén- para que sean bendecidos.
En esta semana se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Con el Domingo de Ramos se evocó la entrada de Cristo en Jerusalén. Según la fe católica, el pueblo judío le dio la bienvenida agitando ramos de olivo.
A partir del jueves próximo -día que se conmemora la Ultima Cena- la liturgia religiosa adquiere mayor importancia. El viernes santo se evoca el tormento de Cristo en su marcha hacia el Calvario y el domingo, con la Pascua de Resurrección, se festejará el paso de la muerte a la vida del Hijo de Dios.
La Pascua constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Es festejada por 1200 millones de fieles en todo el mundo y el Papa da la bendición en una misa urbi et orbi desde la Basílica de San Pedro.
Las tradiciones en esta fiesta han ido variando con el correr de los siglos hasta llegar a convertirse, para la gran mayoría de la gente, en una semana donde no se trabaja y se comen los famosos huevos de Pascua. De hecho, el Domingo Santo es uno de los dos días del año en el que se consume más chocolates (el otro es la Navidad).
Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adiquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.
Los huevos de pascua en la antigüedad eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran regalados a los chicos durante las celebraciones. Al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarse huevos durante la Semana Santa con regalos y al principio el siglo 19, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro.
En cuanto a la decoración, los huevos de pascua siempre han representado un desafío para los reposteros. Pero las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol. Los huevos se hacían uno a uno con un molde prefabricado, lo que dificultaba mucho su elaboración masiva. Los colores estridentes fueron apareciendo con las grandes producciones de huevos, por los años 20 y 30 del siglo pasado.
Y se transformó en chocolate
Un elemento infalible en la Pascua es el tradicional Huevo de Chocolate, relleno con confites y algunas sorpresas que generalmente es un Juguete, sin embargo no siempre los huevos fueron de Chocolate, ni siquiera tuvieron confites o sorpresas. Regalar huevos decorados es una costumbre que se originó en Europa y Medio Oriente antes del cristianismo. En el antiguo Egipto y en Persia los amigos intercambiaban huevos decorados cuando comenzaba la Primavera, como símbolo del renacer de la naturaleza.
En Roma las mujeres embarazadas cargaban con un huevo porque se creía que con él podrían conocer el sexo del niño al nacer. Como la Primavera Europea prácticamente coincide con la Pascua, el huevo pasó a ser el signo del renacer de Cristo; la resurrección. Y ya en la Edad Media se universalizó el uso de los huevos de pascua con este sentido. En algunos países europeos, los huevos se decoran el Jueves Santo y se rompen el Domingo. La cáscara representa la tumba en la que Jesús estuvo sepultado, y es por eso que el huevo se quiebra el domingo de Pascua, pues Cristo resucitó y salió de su sepulcro. También existe un juego donde se hacen rodar los huevos por el pasto tratando de no romperlos y está relacionado con rodar la piedra que cubría la tumba de Jesucristo.
Pysanky (ucranianos)
Una pysanka (Ucraniano: писанка, plural: pysanky) es un ucraniano Huevo de Pascua, adornado usando un encerar-reforzar (batik) método. La palabra viene del verbo pysaty, “escribir”, porque los diseños no se pintan, sino que se escriben con cera de abejas.
Celebración de la Pascua ucraniana
Muchos otros grupos étnicos europeos del este, incluyendo Belarusians (пісанка), Búlgaros (писанояйце, yaytse del pisano), Croatas (pisanica), Checos (kraslice), Lithuanians (margutis), Postes (pisanka), Rumanos (vopsite del ouă o incondeiate), Eslovacos (kraslica), y Eslovenias (pisanica o pirh) adornan los huevos de una manera similar para Pascua.
Tipos de huevos adornados
Pysanka se utiliza a menudo para significar cualquier tipo de huevo adornado, pero refiere específicamente a un huevo creado por el método del batik. Varios tipos de huevos adornados se consideran en la tradición ucraniana, y estos varían según las regiones de Ucrania.
  • Krashanky son los huevos hervidos teñido un solo color (con los tintes vegetales), y se bendice y se come en Pascua.
  • Pysanky (de писати pysaty, “escribir”) son los huevos crudos creados con el método del encerar-resistir (batik). Los diseños “se escriben” en cera caliente con aguja o un pin-head. Los huevos de madera y los huevos moldeados se refieren a menudo como “pysanky” porque imitan el estilo decorativo de pysanky en un diverso medio.
  • Krapanky (de крапка krapka, “un punto”) son huevos crudos adornados usando el método del encerar-resistir, pero con solamente los puntos como ornamentación (ningún símbolo u otros dibujos). Son creados tradicionalmente goteando la cera fundida de una vela de cera de abejas sobre un huevo.
  • Dryapanky (de дряпати dryapaty, “rasguñar”) son creados rasguñando la superficie de un huevo teñido para revelar el blanco cáscara debajo.
  • Malyovanky (de малювати malyuvaty, “a la pintura”) se crean mediante un diseño con un cepillo usando pinturas del color del aceite o del agua.
  • Lystovanky (de листя lystya, las “hojas”) son creadas tiñendo un huevo al cual se han unido hojas pequeñas.

Historia 

El arte del huevo adornado en Ucrania, o el pysanka, data de las épocas antiguas. Como en muchas culturas antiguas, Ukrainians adoraba al dios del sol (Dazhboh). El sol era importante - calentaba la tierra-- y era así la fuente de toda la vida. Los huevos adornados con símbolos de la naturaleza se convirtieron en una parte integral de rituales, sirviendo como talismanes beneficiosos. 

En tiempos del pre-cristianismo, Dazhboh era uno de las deidades principales en el pantheon de Slavic; los pájaros eran las creaciones elegidas del dios del sol, porque eran los únicos que podían conseguir estar cerca de él. Los seres humanos no podían coger los pájaros, y trataron de obtener los huevos que los pájaros habían puesto. Así, los huevos eran objetos mágicos, una fuente de la vida. El huevo también fue honrado durante el rito que representaba el renacimiento de la tierra. El invierno largo, duro encima; la tierra se abría adelante y era renacida apenas pues el huevo estallaba milagrosamente y adelante con vida. El huevo, por lo tanto, fue creado, se pensaba, para tener energías especiales.

Con el advenimiento de Cristianismo, el simbolismo del huevo cambió para representar, no el renacimiento de la naturaleza, sino el renacimiento del hombre. Los cristianos abrazaron el símbolo del huevo y lo compararon con la tumba de la cual Cristo resucitó. Con la aceptación del cristianismo en 988, el pysanka adornado continuó desempeñando un papel importante en los rituales ucranianos de la nueva religión. Muchos símbolos de la vieja adoración del sol sobrevivieron y fueron adaptados para representar Pascua y la resurrección de Cristo.

Supersticiones

Hutsuls- - Los ucranianos que vivían en los Cárpatos de la Ucrania-occidental creían que el destino del mundo dependía del pysanka. Mientras la costumbre de adornar el huevo continuara, el mundo existiría. Si, por cualquier razón, se abandonaba esta costumbre, el mal, en la forma de una serpiente horrible que se encadenaba por siempre a un acantilado desharía el mundo. La serpiente enviaba cada año a sus súbditos para ver cuántos pysanky se habían creado. Si se reducía el número se estaba bajo las cadenas de la serpiente y ella era libre de vagar por la tierra y causar estragos y destrucción. Si, por otra parte, el número de pysanky había aumentado, se apretaban las cadenas que sujetaban la serpiente y el incremento del quedaba para otro año por otro año.
Las supersticiones fueron unidas a los colores y a los diseños en el pysanky. Un viejo mito ucraniano consisitía en dar los regalos de pysanky con colores y/o diseños más oscuros a la más vieja gente y los ricos, porque su vida ya se había consumido. En consonancia, se daba a la gente joven pysanky con el blanco como el color predominante porque su vida siguía siendo una página en blanco.
Otra superstición ucraniana consistía en que las muchachas no debían nunca dar a sus novios pysanky sin diseño diseño en la tapa y el fondo del huevo; la calvicie en cualquier extremo significaba que el novio pronto perdería su pelo.

Leyendas cristianas

Folklore y creencia se mezclaron en viejas leyendas cristianas, quedando muy vinculado el huevo a la celebración de Pascua. Una leyenda se refiere a la Virgen Maria. Según ella, María dio los huevos a los soldados en la cruz. Ella quería que hubiera menos crueldad y por eso ella lloró. Las lágrimas de Maria cayeron sobre los huevos, manchándolos con puntos del color brillante.
Otra leyenda dice de cuando Maria Magdalena fue al sepulcro a ungir el cuerpo de Jesús, tenía con ella una cesta de los huevos para servir como abrillantador. Cuando llegó al sepulcro y destapó los huevos, las cáscaras blancas puras se habían tomado milagrosamente en un arco-iris de colores.

Fabricación de los pysanky

Cada provincia, cada aldea, y casi cada familia en Ucrania tenían su propio ritual especial, sus propios símbolos, significados y fórmulas del secreto para el quelos huevos que teñían. Estas costumbres fueron conservadas fielmente y transmitidas de madre a hija a través de las generaciones. La costumbre de adornar los pysanky fue mantenida con gran cuidado, y un pysanka, después de recibir la bendición de Pascua, era  conservado como talismán para tener grandes energías.

Los tintes se obtenían de las plantas, de las raíces, de la corteza o de las bayas secas. El amarillo era obtenido de las flores del woadwaxen, y oro de pieles de la cebolla. El rojo se podía extraer de palo campeche, y el verde oscuro y la violeta de las cáscaras de las semillas de girasol y de las bayas y la corteza del arbusto de la baya, del saúco. El tinte negro se hacía de las nueces. Los tintes fueron preparados en secreto, usando los métodos transmitidos de madre a la hija para lograr la brillantez necesaria, claridad y color duradero. Los tintes químicos de colores raros a menudo eran comprados a comerciantes.
Una aguja, conocida como un kystka, un pysachok, o pysal'tse (dependiendo de la región) era preparada. Un pedazo de latón fino se envolcía alrededor de la aguja, formando un cono hueco. Esto se unía a un palillo pequeño (el sauce era el preferido) con alambre o crin. En algunas regiones, sobre todo en Transcarpatia, un perno simple insertado sobre el extremo de un palillo era el más utilizado.
El pysanky se hacían por la noche, cuando los niños estaban dormidos. Las mujeres de la familia se reunían juntas, decían los rezos apropiados, e iban a trabajar.
Los Pysanky continúan haciendose en épocas modernas; mientras que se han conservado muchos aspectos tradicionales, las nuevas tecnologías se han introducido. Los colorantes azoicos han substituido en gran parte los tintes naturales. Las agujas ahora se hacen con materiales modernos. Las agujas tradicionales todavía se hacen de latón y de madera, pero la hechas con materiales plásticos más modernas han avanzado. Una versión eléctrica de la aguja está disponible en el comercio desde los años 70, con el cono convirtiéndose en un depósito del metal que guarda la cera de abejas derretida a una temperatura constante.

Compartir pysanky

Los Pysanky se hacen típicamente para ser entregados a los miembros de la familia y a los forasteros respetados. Dar un pysanka es dar un regalo simbólico de la vida, por cuyo motivo el huevo debe estar entero. Además, cada uno de los diseños y de los colores en el pysanka es probable tenga un significado profundo, simbólico. Tradicionalmente, los diseños de pysanky se eligen para adaptarse al carácter de la persona a quien el pysanka debe ser dado. Tradicionalmente, los pysanky se exhiben prominente en una habitaciónde la casa muy a la vista.
En una familia grande, en Jueves Santo, se elaboran sesenta o más huevos. Son llevados la iglesia en el Domingo de Pascua para ser bendecidos, después de lo cual se reparten.
Ésta es una lista parcial de cómo los pysanky se reparten:
1.  Uno o dos serán dados al sacerdote.
2. Tres o cuatro serán llevados el cementerio y colocados en los sepulcros de la familia.
3.  Diez o quince serán dados a los niños o a los ahijados.
4. Diez o doce serán intercambiados por las muchachas solteras con los hombres no comprometidos de la comunidad.
5.  Varios serán guardados para colocar en el ataúd de quienes pudieran morir durante el año.
6.  Varios serán guardados para mantener el hogar protegido contra el fuego, el relámpago y las tormentas.
7.  Dos o tres serán en los establos de vacas y los caballos para asegurar la crianza segura y una buena fuente de leche para las crías
8.  Por lo menos un huevo será colocado debajo de la colmena de  abejas para asegurar una buena cosecha de miel.
9.   Uno será conservado para que cada animal de pasto sea llevado hacia los campos con los pastores.
10. Varios pysanky serán colocados en las jaulas de las gallinas para incitarles a poner de huevos.

Simbolismo del color

Los colores usados en el pysanka son ricos en simbolismo. Aunque cada región de Ucrania tenía su gama de colores simbólicos, ciertos significados fueron asociados a los colores siguientes:
  • Blanco - pureza significada, nacimiento, luz, reencuentro, virginidad
  • Amarillo - el símbolo de la luz y de la pureza. Juventud, amor, la cosecha y perpetuación de la familia. Es el color consagrado a los dioses menores, y el sol, las estrellas, y la luna. Es el símbolo cristiano de la recompensa y del reconocimiento.
  • Oro - espiritualidad, sabiduría.
  • Anaranjado - el símbolo de la resistencia, de la fuerza, y de la ambición. El color de una llama representa la pasión templada por el amarillo de la sabiduría. Es también el símbolo del sol eterno.
  • Color de rosa - éxito, alegría.
  • Verde - el color de la fertilidad, de la salud, y de la feliz esperanza; del resorte, rompiendo ataduras, frescura, y abundancia. En la era cristiana que representa bondad plena y la victoria de la vida. El verde es el color de Navidad, de Pascua, y de la Epifanía.
  • Rojo - el color mágico del folklore simbolizando la acción, la caridad, y despertar espiritual. También representó el sol y la alegría de la vida y del amor. Los Pysanky con campos rojos o adornos se regalan a menudo a los niños. En la era cristiana representan el amor y la pasión divinos de Cristo, de la esperanza, de la pasión, de la sangre, del fuego, y del ministerio de la iglesia.
  • Azul - cielos azules representados o el aire, y buena salud, verdad, y fidelidad.
  • Púrpura - ayuno, fe, confianza, y paciencia representados.
  • Marrón - tierra materna y sus regalos generosos; tierra, cosecha, generosidad.
  • Negro - constancia o eternidad, el centro de la tierra, el tiempo más oscuro antes del amanecer.

Combinaciones de colores

  • Blanco y negro - estando de luto, respeto por las almas de los muertos.
  • Negro y rojo - ignorancia de pasiones.
  • Rojo y blanco - respeto, protección contra energías malvadas.
  • Cuatro o más colores - felicidad, paz y amor de la familia.(De Wikipedia y otras fuentes)
La Semana Santa, en la que ya nos hallamos inmersos, está conduciéndonos a la Pascua, que es en definitiva su culmen y razón de ser.
Voy a prescindir deliberadamente de cualquier comentario o razonamiento de índole religiosa, lo que no implica que en los textos previos recoja las informaciones de dicha clase sobre los orígenes y la esencia de la Pascua.
Mas no puedo ni debo sustraerme a que la Pascua, ya entrada la primavera, suscita al género humano una serie de sentimientos de renovación y de solidaridad, probablemente cuajados en estos nuestros tiempos en el ansia de descanso, de vida familiar, de viajes, de desplazamiento de unos lugares a otros, que en definitiva entrañan el ansia de mayor y mejor entendimiento entre los humanos.
Por tanto, no es necesaria especial literatura para transmitir a todos los lectores, amigos, conocidos e inclusive desconocidos, los mejores deseos de felicidad y paz en estas fechas de renovación personal en la primavera.
La Dra. Serediak y su libro sobre los Pysanky
Sin que pueda olvidarme de la buena amiga, y colaboradora en otro de mis blogs, la doctora argentina Cristina Serediak, un extraordinario ejemplo de cómo una persona que vive a muchos kilómetros de su Ucrania, aunque ella nació lejos de allí por mor de aquel drama de la guerra mundial, ha sabido no solamente conservar sino desarrollar y difundir la belleza artística y espiritual de los Pysanky, los huevos decorados ucranianos, convirtiéndose en una auténtica autoridad en la materia.
A Cristina, mi agradecimiento por lo mucho que nos enriquece a todos con sus creaciones de gran belleza artística, y el ánimo para que siga trabajando en tan bello arte como el de elaborar los Pysanky.
Recomiendo se visite su blog en http://www.pysanka.com.ar/index.html
Felices celebraciones pascuales!
“Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir”.- Alberto Lleras Camargo (1906-1990) Político, periodista y diplomático colombiano.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA

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